Cómo prevenir el agotamiento del cuidador

Ser cuidador puede hacer aflorar todo tipo de emociones. Un día puede ser gratificante y divertido, mientras que el siguiente puede ser estresante y agotador.

Es un trabajo exigente y, a veces, los cuidadores se encierran tanto en sus deberes que comienzan a descuidar su propia salud y bienestar.

En este video, te enseñaremos cómo reconocer algunos de los signos de desgaste del cuidador (alt/sobre-agotamiento para la traducción) y te daremos algunos consejos sobre lo que puedes hacer para evitarlo.

En los mejores días, ser cuidador es empoderante; te acerca a la persona a tu cuidado y te brinda un Norte y fortaleza interior.

Sin embargo, es igual de probable que ser cuidador te haga ocasione sentimientos negativos. Incluso puedes sentir varias emociones a la vez: asustado por el futuro, enojado por su situación, frustrado por sus limitaciones y ansioso por todas las cosas que debes hacer.

La buena noticia es que estos sentimientos son perfectamente normales. Lo importante es reconocer cuándo están ocurriendo y tratarlos de manera adecuada antes de que redunden en un problema mayor, como desgaste del cuidador.

Entonces, ¿cómo puedes saber si lo que sientes es desgaste o solo agotamiento normal? Éstos son algunos de los síntomas a tener en cuenta:

Sientes una fuerte necesidad de correr y escapar a tu responsabilidad;

Tu actividad se vuelve dispersa y frenética;

A menudo te sientes enojado e irritable;

Tienes dificultad para concentrarse y no puedes leer más de tres oraciones a la vez sin perder el enfoque;

A menudo te pierdes los detalles importantes;

Duermes menos de tres horas seguidas o adelgazas más de cuatro kilogramos.

Todos se agotan de vez en cuando, pero es la intensidad y la frecuencia de estos síntomas lo que separa una reacción normal del desgaste. Si alguno de estos síntomas describe cómo te sientes la mayor parte del tiempo, debes pedirle ayuda al médico de familia lo antes posible.

La mejor manera de prevenir el desgaste es lidiar con tus emociones a medida que surgen. Si comienzas a sentirse estresado, enojado, culpable o deprimido, detente un momento y piensa por qué te sientes de esta manera, reconoce la fuente e intenta superarlo.

Está dispuesto a crear una relación en la que se da y recibe con la persona a tu cuidado. Es posible que tenga tanto que ofrecerte como tú a ella. Ambos están en esto juntos, intentando hacer lo mejor posible con el conocimiento y las habilidades que tienen. No esperes que la persona a tu cuidado cambie su personalidad completamente; en cambio, busca algo en común y trabajen en equipo.

Si comienzas a sentirse abrumado, intenta usar una de las siguientes técnicas para calmarte y tener tu cable a tierra:

Respira profundamente, inhalando por la nariz y exhalando por la boca.

Haz una cuenta regresiva desde 10…

Sigue con los ojos una línea vertical desde el techo hasta el piso, exhalando mientras lo haces.

Pon música de uno de tus artistas favoritos.

Haz algo de ejercicio. Toda actividad física puede ayudar, ya sea elongación, practicar deportes o simplemente salir a caminar por la cuadra.

Si crees que estás empezando a sentirte desgastado, no temas pedir ayuda. Aislarse cuando las cosas se ponen difíciles solo empeorará las emociones negativas. Tus amigos y familiares quieren ayudar, pero no sabrán que lo necesitas a menos que se lo pidas.

No puedes esperar brindar una atención adecuada a otra persona si no te cuidas a ti mismo. Poder reconocer los signos de desgaste del cuidador te ayudará a tomar medidas para evitarlo y te permitirá brindar la mejor atención posible, tanto en los días buenos como en los malos.

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