Cambios mentales con demencia
Vivir con demencia afectará los sentimientos, pensamientos y respuestas de una persona. Es importante reconocer y responder a las necesidades emocionales de la persona. También puede causar no sólo pérdida de memoria, sino también cambios en el comportamiento y el estado de ánimo. Hay una serie de cambios mentales que puedes esperar ver si estás cuidando a alguien con demencia. Aunque pueden ser angustiosos si los observas, es importante que estés preparado para ellos y sepas cómo responder. En este video, repasaremos algunos de los cambios mentales que son comunes en las personas con demencia, y proporcionaremos consejos sobre las mejores maneras de lidiar con ellos.
Hay una serie de cambios mentales esperables si estás cuidando a alguien con demencia. A pesar de que puede ser angustiante presenciarlos, es importante que estés preparado y sepas cómo responder.
En este video, repasaremos algunos de los cambios mentales comunes en las personas con demencia y te aconsejaremos las mejores maneras de lidiar con ellos.
Uno de los cambios mentales más comunes que experimentan las personas con demencia es dificultad para recordar cosas. Es posible que la persona a tu cuidado repita lo mismo una y otra vez, extravíe cosas y comience a recolectar o acaparar objetos sin ninguna razón aparente. También podría perder el sentido del tiempo y hablar de hechos pasados como si estuvieran sucediendo ahora.
Ten paciencia y no indagues diciendo «intenta recordar». Dale pistas y recordatorios suaves, y reacciona a todas las repeticiones como si las estuviera diciendo por primera vez.
También es posible que a la persona a tu cuidado le comience a costar hablar o entender lo que se le dice. Puede tener dificultades para encontrar los términos correctos y comenzar a usar las palabras incorrectamente. Le tomará más tiempo procesar la información y las respuestas a las preguntas no siempre tendrán sentido. También es posible que vuelva a su lengua madre.
De nuevo, la paciencia es fundamental. Intenta hablar lento y claro, y dale más tiempo para responder. Haz preguntas abiertas y usa gestos y señales visuales para refrescarle la memoria. Si por casualidad hablas su lengua madre, si no fuera inglés o francés, quizás sirva decir palabras y frases clave en ese idioma.
Otro cambio mental común en las personas con demencia es la dificultad para reconocer objetos, lugares y personas, incluidos parientes cercanos o cuidadores. También es posible que comience a comer cosas inusuales o a realizar combinaciones de alimentos poco apetitosas.
No te lo tomes a pecho si no te reconoce al principio. Identifícate claramente e intenta identificar los objetos en el momento. Puedes evitar las mezclas de alimentos desafortunadas si mantienes lo que no se mezcla bien separado en las comidas.
Las personas con demencia también pueden tener problemas con los movimientos voluntarios.
Pueden rechazar la ayuda e insistir en que pueden hacerlo solas. Es posible que intenten realizar acciones físicas que no puedan hacer y es posible que no se den cuenta de que lo que intentan hacer es peligroso.
Intenta encarecidamente ver estas situaciones desde su perspectiva. Intenta hacer que parezca normal recibir ayuda y dile: «Hago esto por todos», o disfrázala de temporal; dile que la ayudarás «solo por esta vez» y déjala hacerlo la próxima vez.
También debes estar preparado para que la persona a tu cuidado comience a tener problemas para percibir el mundo con precisión. Esto podría abarcar delirios, alucinaciones y desconfianza o paranoia.
En estos casos, es mejor evitar discutir o intentar convencerla de que lo que está experimentando no es real. Escúchela y concéntrate en sus sentimientos en lugar de en los hechos de su historia. También puede ser útil cambiar su entorno para ayudar a evitar futuros malentendidos.
Probablemente notarás que la persona a tu cuidado tiene menos motivación de la habitual y que parece que ya no le importan las cosas que antes le interesaban. Es posible que se siente en el mismo lugar por mucho tiempo y que le cueste iniciar una conversación.
Aunque no debes obligarla a participar en actividades, está bien intentar convencerla suavemente, especialmente si es algo que solía disfrutar. Dar el primer paso con ella en lugar de por ella a menudo es una buena forma de ayudarla a empezar.
Las personas con demencia tienen menos capacidad para realizar tareas que impliquen planificar, organizar y aplicar el buen juicio, por lo que es posible que la persona a tu cuidado comience a tener problemas con lo básico de la vida diaria, como vestirse y asearse.
La mejor manera de lidiar con esto es simplificar las tareas que intenta realizar y dale instrucciones claras,
paso a paso. Preparar el entorno y la tarea antes podría ayudar, pero intenta permitirle que realicen la tarea por su cuenta de ser posible.
Ver a la persona a tu cuidado pasar por estos cambios mentales será difícil, pero con las estrategias que acabas de ver, puedes hacer que sea menos estresante para ambos.
Para obtener más información sobre el cuidado de una persona con demencia, visita nuestro sitio web.