Consejos para dormir mejor

Cuidar a veces puede ser un trabajo estresante, y no es raro que, como consecuencia, los cuidadores sufran problemas de sueño, como insomnio.

Pero dormir bien por la noche es importante, y no solo por la propia salud. Estar demasiado cansado puede afectar seriamente tu capacidad de proporcionar la atención adecuada.

En este video, te daremos algunos consejos útiles para garantizar que estés completamente descansado y que puedas ofrecer la mejor atención posible.

Todos los seres humanos necesitamos dormir. Es cuando sanamos y nos recargamos. Si tu horario de sueño está desajustado, es posible que te sientas aturdido y que te cueste concentrarse en las tareas más simples.

Una de las mejores formas de volver a un horario regular de sueño es desarrollar una rutina.

Intenta ir a la cama y levantarte a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Esto ayudará a entrenar a su cuerpo para que sepa cuándo es momento de descansar.

También es buena idea tener un ritual al acostarse que realices todas las noches antes de acostarte; algo relajante, como tomar un baño caliente, tomar una bebida caliente sin cafeína o meterte debajo de las sábanas con un buen libro.

Aunque puede ser tentador dormir una siesta durante el día, si te sientes cansado, las siestas pueden afectar tu horario regular de sueño. Si sientes que necesita una siesta, intenta tomarla más temprano en el día y que no sea de más de 20 minutos.

Hacer ejercicio diariamente también puede ser útil. Hacer ejercicio te hará sentir más cansado al final del día y te ayudará a tener un sueño más reparador.

Si cuidas lo que comes y bebes también puedes manejar el insomnio.

Si reduces o eliminas la cafeína, es posible que veas un efecto importante en tus patrones de sueño, así que esfuérzate por consumirla solo temprano.

También debes intentar limitar el consumo de alcohol. Si bien el consumo de alcohol puede ayudar a lograr un sueño ligero, te impedirá pasar a las etapas de sueño más profundas que te harán sentir mejor descansado.
Intenta comer comidas regulares y nutritivas durante todo el día y evita consumir alimentos pesados justo antes de acostarte.

Un mejor ambiente para dormir también puede ayudarte a dormirte más rápido y por más tiempo.

La luz azul de dispositivos como el teléfono o el televisor puede evitar que se duerma el cerebro, así que evita las pantallas al menos 30 minutos antes de acostarte.

Asegúrate de que tu habitación esté lo más oscura posible e intenta limitar las fuentes externas de luz. Incluso la luz del despertador podría estar afectando tu capacidad para quedarte dormido.

También es posible que si ajustas la temperatura puedas dormir mejor, así que intenta mantener el dormitorio entre 17 y 19 grados centígrados.

A algunas personas les resulta útil encender una máquina de ruido de fondo o un ventilador, ya que pueden cubrir los ruidos durante la noche.

Un dormitorio ordenado también puede mejorar el sueño, ya que un ambiente saturado a veces puede ser fuente de estrés.

Por supuesto, no importa lo perfecto que sea tu entorno, aún habrá días en los que no podrás dormir. Si te encuentras dando vueltas y vueltas, es buena idea salir de la cama y enfocar la mente en otra cosa durante unos minutos. Intenta leer un libro o hacer un ejercicio de respiración profunda para relajarte. Cuando empieces a sentir sueño, vuelve a la cama y vuelve a intentarlo.

Recuerda, dormir lo suficiente es una parte importante de ser un buen cuidador.

Te lo debes tanto a ti como a la persona a tu cuidado para asegurarte de estar bien descansado y listo para afrontar el día.

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