Como recordar los pensamientos

Ser cuidador no es fácil. Es un trabajo exigente y, a menudo, puede verse como una carga. Pero cuidar también puede ser una experiencia positiva y gratificante si tienes la perspectiva correcta.

En este video, te enseñaremos una técnica llamada «replanteamiento», que transformará las actividades de cuidado en felicidad simplemente al cambiar la forma en que vemos las cosas.

El replanteamiento es un método comprobado que ayuda a cambiar un punto de vista negativo por uno más positivo. Toma lo que ya estás haciendo y lo «replantea» de tal manera que te ayuda a sentirte bien con la experiencia.

Replantear puede transformar completamente tus sentimientos sobre un evento o una persona, incluso sobre ti mismo.

En lugar de pensar «No sé cómo hacer esto», piensa: «Estoy aprendiendo nuevas habilidades para la vida». Esto te dará una sensación de logro y hará que sientas que te estás mejorando.

En lugar de pensar cosas como «No pedí esto» y «Cuidar es muy estresante», intenta pensar «Esto me acercará más a la a mi cuidado». Construir relaciones sólidas y conectarse con los demás son ingredientes para la felicidad.

En lugar de decirte «Ya no tengo vida» o «Esto me está tomando demasiado tiempo», replantea el hecho de cuidar a alguien como un sacrificio importante. Hacer cosas por los demás te hará sentir que tu vida tiene sentido y un propósito.

Una excelente manera de replantear tus deberes como cuidador es pensar en todos ellos como actos de bondad. Las investigaciones demuestran que las personas que hacen de tres a cinco actos de amabilidad por semana son más felices y es probable que estés haciendo mucho más que eso todas las semanas.

También ayuda pensar en eventos negativos pasados e imaginar en qué podrían haber sido peores. En lugar de pensar «Esa fue una discusión muy mala», piensa «Al menos nos seguimos hablando». Al recordarte lo mal que pueden estar las cosas, te sentirás mejor acerca de cómo están en realidad.

Lo contrario de esta estrategia también sirve: piensa en un evento positivo e imagina en qué podría haber sido peor. Por ejemplo, “Esa cita salió bien. ¡Podría haber sido un desastre!» Esto hará que una experiencia positiva sea aún mejor.

Aunque suena bastante simple, replantearse requiere un poco de práctica. Tienes que estar dispuesto a ver las cosas de manera diferente, incluso cuando parezca difícil. Este es un ejercicio rápido que puede ayudar a replantearse.

Primero, comprende que la forma en que ves las cosas puede no ser la realidad; simplemente es cómo percibes las cosas en ese momento.

A continuación, presta atención a los pensamientos que permites que entren a tu cabeza. Imagina que hay un filtro en tu mente y solo se permiten los pensamientos positivos.

Finalmente, comprueba lo que piensas. ¿Es verdad tu pensamiento negativo o es posible que la realidad sea más positiva? Por cada pensamiento negativo, intenta imaginar cómo se podría ver de forma más positiva.

Haz el esfuerzo para hacer este ejercicio cada vez que tengas un pensamiento negativo. Cuanto más lo hagas, más efectivo será.

Aunque replantear no hará que tus problemas desaparezcan por arte de magia, puede convertir lo que parece una situación desesperada en una oportunidad de felicidad y crecimiento personal. ¡En lugar de concentrarte en lo negativo y permitir que crezca esa nube oscura, mantén una actitud positiva y deja que entre el sol!

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