Como ayudar a una persona con perdida de la visión

Si la persona a tu cuidado recientemente ha sufrido una disminución visual, es posible que te preocupe cómo este cambio afectará a tus actividades de cuidado.

Aparte de los efectos físicos obvios, una deficiencia visual también puede tener un costo emocional. Es importante que ayudes a la persona a tu cuidado a sentirse lo más cómoda posible en este difícil momento.

En este video, te daremos algunos consejos de cómo adaptar el entorno y la forma en que te comunicas para facilitarle las cosas a una persona con deficiencia visual.

Es posible que notes que la persona a tu cuidado comienza a experimentar otros cambios físicos además de ver menos.

Probablemente parecerá más cansada de lo normal, ya que los otros sentidos han estado trabajando arduamente para compensar. Intentar evitar el exceso de ruidos, como el tic tac del reloj o el tráfico, puede ser agotador, por lo tanto, dale tiempo adicional para descansar y recuperarse.

La vista es importante para la postura, por lo que es posible que comience a caminar o sentarse con la cabeza inclinada hacia abajo y hacia adelante. Anímala a mantener una buena postura y recuérdale cuando la veas encorvada.

Los factores ambientales pueden marcar la diferencia cuando se pierde la vista.

Una iluminación adecuada es clave, así que, junto con la persona a tu cuidado, ajusten la luz a su gusto. Cada persona responde a la luz de manera diferente, por lo que es posible que deban hacer prueba y error hasta encontrar la mejor iluminación. Ten en cuenta que más brillante no siempre es mejor, y que, si se iluminan los objetos desde la parte posterior en lugar de la parte delantera, se reducirán las sombras.

También es importante usar colores de contraste para los objetos domésticos. como manteles, platos y cubiertos. Con colores brillantes contrastantes, como azul y amarillo, se logra el mismo efecto que con blanco y negro. No temas preguntarle a la persona a tu cuidado qué colores le resulta más fácil ver.

Otra manera fundamental de ayudar a una persona con disminución visual a sentirse más cómoda es tener una comunicación clara.

Intenta darle actualizaciones periódicas de qué estás haciendo. No es necesario darle todos los detalles, pero hazle saber si vas a abrir la llave de agua o usar la licuadora. Los ruidos fuertes pueden ser sobrecogedores para las personas con disminución visual si no se lo esperan.

El contacto inesperado también es sobrecogedor, por lo que siempre debes avisarle antes de tocarla. Si necesitas guiarla, pregunta primero y luego permítele agarrarte el brazo en lugar de tomarle el suyo.

Mencione todo peligro posible que pueda estar en el camino y, si llega a una puerta, dile de qué lado está la manija y si debe tirar o empujar. Prepárala antes de guiarla para subir o bajar las escaleras, pero intentes contar los escalones en voz alta, porque a veces puede ser confuso.

Pase lo que pase, avísale siempre si planeas salir de la habitación, aunque sea solo por un momento.

Si necesitas dejarles una nota, intenta usar un marcador con punta grueso y escribe sobre papel blanco sin renglones.

Si la persona a tu cuidado tiene un perro lazarillo, evita tocar, alimentar o hablar con el perro, para que está vinculado únicamente con su dueño.

El perro debe tener un arnés siempre que esté trabajando, así que avísale a la persona a tu cuidado de inmediato si el perro no tiene el arnés o parece no estar bien asegurado.

Recuerda que el hecho de que alguien tenga una deficiencia visual no significa que también tenga problemas auditivos, por lo que no debes gritar ni hablar más lento.

También debes hacer todo lo posible para que la persona a tu cuidado sea independiente. No te limites a hacer todo por ella, pregúntale si cree que puede hacerlo sola primero. Eliminar el ruido de fondo de la radio o el televisor a veces puede ayudar si intenta concentrarse en una tarea.

Mantén siempre el lugar donde habita sin obstáculos y peligros al caminar, y evita dejar objetos afilados (como cuchillos o tijeras) en la encimera o en el fregadero.

Aunque puede ser difícil ver a la persona a tu cuidado luchar con una disminución visual, si adaptas el entorno y usas una comunicación clara, la ayudarás a adaptarse más fácilmente al nuevo cambio.

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