Como asistir a alguien con caminadores
Si alguien ha tenido una caída, una cirugía o se ha vuelto inestable en sus pies por cualquier razón, el uso de un andador puede ayudar a prevenir caídas y proporcionar apoyo. Si la persona que cuidas necesita un caminador, es posible que no estés seguro de cómo ayudar con su uso. En este video, revisaremos algunos consejos sobre cómo usar un caminador de forma segura.
Si alguien se cayó, se sometió a una cirugía o por algún motivo no puede mantener el equilibrio de parada, con un andador se puede prevenir caídas y brindar apoyo.
Si la persona a tu cuidado necesita un andador, es posible que te sientas inseguro sobre cómo ayudarla.
En este video, veremos algunos consejos de cómo usar un andador de manera segura.
Primero, asegúrate de tener el tipo de andador adecuado para la persona a tu cuidado. Esto garantizará que esté segura.
Un fisioterapeuta o un terapeuta ocupacional designado por el centro de acceso a la atención médica del gobierno u hospital local podrá decidir cuál es el mejor tipo y lo ajustará para que se adapte a la persona a tu cuidado.
También podrás alquilar un andador mediante servicios gubernamentales para que la persona a tu cuidado pueda probarlo antes de comprar uno en una tienda de productos domésticos de salud.
Cuando ayudes a alguien a usar un andador, deja que controle la velocidad a la que caminan.
Párate al lado o detrás para brindarle apoyo con una mano en la zona lumbar.
No jales ni empujes el andador hacia adelante.
Recomiéndale que mantenga la cabeza levantada y que mire adelante en lugar de mirarse los pies.
Cuando se camina con andador, se debe seguir un patrón tan sencillo como 1, 2, 3:
1) empujar ligeramente el andador;
2) acercarse al andador;
3) ¡de nuevo!
Para ayudar, puedes asegurarte de que no adelante demasiado el andador. Asegúrate de que la persona a tu cuidado esté parada erguida y que no tenga los brazos demasiado estirados.
Si debe estirarse o agacharse para agarrarse del andador, está demasiado lejos. Para ayudarla a acostumbrarse, puedes poner una mano en el andador y la otra en la espalda para mantenerla cerca.
Si la persona a tu cuidado está sentada, recuérdale que no use el andador para levantarse.
Si jala el andador para pararse, puede hacer que se levante del suelo y ocasione una caída.
En cambio, recomiéndale a la persona a tu cuidado que use una silla con reposabrazos y que use los reposabrazos para apoyarse y pararse.
Lo mejor que puedes hacer para apoyar a alguien que necesita un andador es alentarla y recordarle que lo use en todo momento, y asegurarte de que los recorridos estén despejados y que no haya desorden ni tapetes en el camino.
Si ayudas a la persona a tu cuidado a usar un andador correctamente, evitarás caídas, dolor y posibles hospitalizaciones.
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