Cuidado de ansiedad
La ansiedad es una respuesta normal a una situación amenazante y puede motivarnos de una manera positiva. Sin embargo, se convierte en un problema cuando interfiere con las funciones normales, causa síntomas físicos y se vuelve intolerable para la persona que la padece. Estos sentimientos pueden afectar la forma en que uno piensa, se siente, se comporta y se relaciona con los demás. También pueden afectar cómo uno se siente acerca de sí mismo. No es fácil cuidar a alguien que tiene problemas de ansiedad. En este video aprenderás sobre los signos comunes de ansiedad y cómo lidiar con ellos.
Es normal ponerse nervioso por cosas como la primera cita o una entrevista de trabajo,
pero, a veces, puedes tener una sensación constante de preocupación y miedo de que suceda algo malo.
Y esta sensación puede afectar a la forma en que piensas, sientes, te comportas y te relacionas con otros. También puede afectar a cómo te sientes sobre ti mismo.
Se lo conoce como «ansiedad».
No es fácil cuidar a alguien que padece ansiedad. Pero, primero, intentemos ver cómo identificar la ansiedad en una persona a tu cuidado.
Es posible que la persona evite a la gente o ciertas situaciones.
Es posible que se ponga nerviosa o demasiado tímida al conocer a gente nueva.
Es posible que reaccione mal a las críticas y se retraiga en las situaciones sociales.
También hay signos físicos. Algunos de los más comunes son: sudores, náuseas, palpitaciones, falta de apetito, fatiga y falta de sueño.
¿Cómo puedes ayudar?
Escucha sin juzgar. No minimices ni ignores sus experiencias y le digas: «Deja de preocuparte». Tampoco le digas que sus miedos son ridículos.
Aliéntala a dormir bien, mantenerse activa y comer sanamente. Por ejemplo, puedes sugerirle aprender juntos técnicas y ejercicios de relajación, como yoga.
E intenta recomendarle que no recurra al alcohol ni drogas para lidiar con los síntomas de la ansiedad.
Aliéntala a conectarse con amigos y familiares y apóyala en lo que puedas.
Crea un entorno seguro y de apoyo para poder dialogar abiertamente.
Negar que la ansiedad es un problema lleva a un sentimiento de vergüenza. También evita que la gente busque ayuda y apoyo profesionales.
Pero, como cuidador, puedes cambiar el estigma ligado a la ansiedad.
Así que, intenta por todos los medios sugerirle que busque ayuda profesional.
Habla sobre tratamientos eficaces para manejar la ansiedad. Hay algunos con medicamentos, pero también hay terapias no farmacológicas como relajación y terapias cognitivas y de exposición.
También debes recordar cuidarte a ti mismo como cuidador, establecer límites y demarcar y restringir qué debes hacer y qué no.
Si eres abierto, paciente y comprensivo, ayudarás mucho a lidiar con la ansiedad.
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