Transición de hospital a hogar

Para muchos pacientes, salir del hospital después de una internación larga puede ser emocionante y estresante a la vez.

Si cuidas a alguien que se está preparando para salir del hospital en breve, es bueno asegurarse de que se adapte de nuevo a la vida hogareña lo mejor posible.

En este video, revisaremos una lista de verificación para que puedas asegurarte de que la persona a tu cuidado esté completamente preparada para la transición.

El primer punto en la lista es el destino.

La persona a tu cuidado ¿va a su casa o a otro destino, como un centro de rehabilitación o de cuidado prolongado? ¿Cómo va a ir? ¿Se proporcionará el transporte o debes buscarla tú?

Una vez que sepas cuál es el destino, intenta coordinar el transporte lo antes posible. Si está en silla de ruedas o tiene problemas de movilidad, es posible que debas contratar un vehículo especial.

El siguiente punto son los medicamentos.

¿Le han recetado medicamentos nuevos a la persona a tu cuidado? ¿Cambió la dosis de los medicamentos anteriores o se los suspendieron? ¿Debe evitar algún medicamento de venta libre?

Debes estar al tanto de la lista completa y actualizada de medicamentos, así como de las dosis y horarios de cada uno.

Asegúrate de conseguir copias de todas las recetas nuevas y de preguntar si hay efectos secundarios a los que debas estar alerta.

El tercer punto corresponde al equipo especial.

La persona a tu cuidado ¿requerirá de equipo especial en el hogar, como cama de hospital, asistencia para la movilidad o tanques de oxígeno?

De ser así, consulta si se lo puede comprar o arrendar, y si es necesario hacer adaptaciones para el equipo.

El cuarto punto en la lista es la dieta.

¿Es necesario que la persona a tu cuidado cambie su dieta?

Consulta con el médico sobre qué alimentos debe evitar y cuáles debería comer más.

Si tiene alguna necesidad alimentaria específica, asegúrate de dotarte de esos artículos antes del traslado del hospital a la casa.

Lo siguiente es actividad.

La persona a tu cuidado ¿puede reanudar todas sus actividades anteriores como de costumbre, o debe restringir ciertas cosas, como conducir o hacer ejercicio?

Si hay actividades restringidas, habla con su médico acerca de cuándo será seguro reanudarlas. Si hay actividades que no podrá reanudar, averigua cuáles son las posibles alternativas.

El punto número seis son los servicios de atención médica.

La persona a tu cuidado ¿requerirá servicios de asistencia domiciliaria, como ayuda para bañarse, alimentarse, tomar medicamentos o fisioterapia?

De ser así, consulta cómo acordarlos y si el hospital puede hacerlo por ti.

Asegúrate de averiguar cuáles son las consultas de seguimiento a los que deberá ir la persona a tu cuidado.

El siguiente punto en la lista son los procedimientos de emergencia.

Piensa a qué signos y síntomas debes estar atento como indicio de que es necesario llevar a la persona a tu cuidado a la guardiay qué harás para asegurarte de llegar lo antes posible.

Es buena idea tener un plan de transporte en caso de que sea necesario ir inesperadamente a la guardia.

El último punto en la lista son las preguntas y preocupaciones.

La persona a tu cuidado ¿tiene preguntas, preocupaciones o miedos respecto de esta nueva situación? ¿Conoce su afección y comprende cuáles son sus necesidades personales de ahora en más?

Recomiéndele hablar con el equipo de atención médica sobre toda consulta o inquietud que pudiera tener, y no tenga miedo de preguntar si no está seguro de algo relacionado con su cuidado.

También es importante averiguar con quién debe comunicarse si tiene más preguntas y cuál es la mejor hora del día para hacerlo.

Con las respuestas a las preguntas de esta lista, la transición del hospital al hogar será lo más sencilla posible, tanto para ti como para la persona a tu cuidado.

Para obtener una versión para imprimir de la lista, visita nuestra Guía de cuidado a continuación.

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